sábado, 14 de abril de 2012

Ansó, o el lejano oeste pirenaico


            Como no tengo nada interesante que contar y estas lluvias me tienen retenido en casa como a un mono en el zoo, os cuento estas andanzas del verano pasado. Junto con Gerardo abrí un par de pequeñas vías que creemos muy interesantes.

Pared de Archincha, extremo sur del Espelunga

           Nunca olvidaré aquella primera visión desde el pequeño pico de Arbizondo, junto al Ezkaurre, donde pude contemplar por primera vez los picos de Alano. Habíamos llegado haciendo dedo hasta el collado de Argibiela  y nuestra intención era volver hasta Donosti siguiendo el GR 11. Era mi primera incursión  pirenaica y la visión de altas montañas moteadas de nieve en aquel atardecer de comienzos de primavera es un recuerdo que siempre mantendré. Después volvimos en repetidas ocasiones por los valles de Roncal y Ansó ascendiendo a los picos más representativos. Hasta que descubrí la escalada. Aprendí que para llegar al punto más alto ya no era necesario estar varias horas caminando aburrido, puedes subir escalando, divertido, excitante. Pero esto nos llevó a buscar otros destinos y alejarnos de los entornos de Zuriza.

Gerardo, en el primer largo de Kant-ona



            Años después almas inquietas comenzaron a trazar itinerarios, primero en su mente y luego en las paredes que caen del Ezkaurre y el Espelunga hasta el río Veral. Antonio G. Picazo  o Luzio Egiguren han sido dos de los más activos aperturistas y que han abierto los ojos a la comunidad escaladora de las posibilidades de este bello paraje. En la actualidad una gruesa carpeta llena de croquis, frecuentemente manoseada es el mejor testigo de la actividad del valle. Firmas como la de Christian Ravier, Mikel Zabalza, Matín Elias, Unai Mendia o Manu Córdoba dan cuenta de la calidad del lugar, pero cuidado si queréis seguir sus pasos, más os vale entrenar duro

Yo mismo, en el segundo largo, fisuras guapas de Kant-ona

          Este Agosto tenía una semana de vacaciones y pocas ganas de largos viajes. El calor veraniego relaja mi cuerpo y mente. La oferta de Gerardo de pasar unos días en Fago concordaba con mis apetencias de relajo. Unas botellas de sidra y vino son mi tarjeta de presentación en Casa Alejos.




            Pero Gerardo es un alma inquieta e incansable. Taladro en mano no para de crear nuevas rutas en estos sus nuevos dominios. Dos nuevos sectores de escalada deportiva cerca de Fago y Ansó están gestándose en estos momentos y la labor es amplia. Además sus ojos de aperturista, un tanto anarquista, habían fichado una pared muy atractiva, libre todavía de marcas de magnesio. Y, no se decir que no y menos después de degustar el pollo asado de Kaxilda regado con abundante sidra.





            Cargados como mulos y con los ojos fijos en un marcado diedro caminamos hacia lo que en un par de días será Los Neorurales. En hora y media y con bastantes menos arañazos de los esperados estamos a pie de pared. Comienza Gerardo por una placa, chapa, gancho, chapa y salida en libre, luego un terreno más humano lleva a la primera reunión. Es mi turno, es mi primera vez. Estoy asustado, me enfrento a un terreno nuevo pero salgo decidido. Una hora más tarde, me han parecido algunos segundos, estoy montando la segunda reunión, genial, esto es la bomba.





            Así, tras cuatro días de trabajo quedan trazadas dos nuevas líneas en la pared de Archincha.

            Los Neorrurales. 150 metros  y 5 largos. Ruta semiequipada. Las principales dificultades se encuentran en placa y en un diedro desplomado con un bombo difícilmente liberable, ambos tramos están equipados. Los grados son orientativos en espera de repeticiones. El grado obligado será de 6b. Buena roca, precaución en algunos tramos. Vía rapelable aunque el descenso andando por la derecha de la pared es muy recomendable por el paisaje alucinante en lo alto. Ya que me toco elegir nombre y como les llamo una reportera de ETB, Gerardo y Kaxilda son los neorrurales que persiguiendo un sueño han acabado en Fago y creando con sus manos (literal), Casa Alejos, autentica casa rural, pasaros y no os arrepentiréis, prometido.



            Kant ona. 120 metros y 4 largos. Ruta semiequipada. Primer largo en placa y un tramo roto en una zona sencilla. Los siguientes largos festival de fisuras guapas en buena caliza. Los largos fueron limpiados después de su apertura para facilitar la escalada. Grados orientativos, los friends hacen un gran trabajo. La vía es rapelable aunque igual que en la otra bajar andando es un placer.




            Quizás ambas rutas tengan algún parabolt más de los necesarios,  podíamos decir que hacía calor, las fisuras estaban sucias o me apretaban los pies de gato. En realidad somos escaladores mediocres y cobardes pero disfrutamos como enanos.


La apacible vida en Casa Alejos

            Salud y buenas escaladas
           

Xabier Inziarte