martes, 8 de mayo de 2012

UDABERRIA FREE

Lluvia, viento, frío, calor, nubes blancas, nubarrones negros y poco sol. Así va la primavera.
Para quitar el síndrome de abstinencia trepadora he recurrido a la metadona  resinera. Método excelente para crear dolores en partes insospechadas, así como para luchar contra un futuro alzheimer intentando recordar las travesías de más de 6 pasos.
Cuando la lluvia lo ha permitido también me he acercado a Etxauri, para comprobar que me sigo cayendo en las mismas vías, eso sí, el entreno permite aburrir aun más rato al anegado asegurador de turno.


Gradas de Ciriza en Etxauri


Poco voy a contar de Etxauri, solo decir a los que no lo conozcan que además de un montón de buenas rutas de todos los grados hay algo que lo hace única. Las tardes de primavera después de masacrar los dedos en pinchudas regletas, nos bajamos al pueblo para degustar una rica Naparbier (cerveza rica y natural) mientras disfrutamos de un partido de pelota a mano en la plaza.

Atardecer en Etxauri

Estos últimos días el sol se va apareciendo a ratos por las tierras de Mordor, y después de batir el record de días de lluvia en Donosti  (28 días en el mes de Abril) alguna tarde me he acercado a Santa Barbara.

Santa, el templo de la fe


Estas paredes están en el pueblo de Hernani, muy próximas a Donosti. Su caliza lavada y su escalada técnica no son del agrado de los sibaritas de la roca pero sirven para pasar una buena tarde viendo el atardecer.

Cuerpos esculpidos del duro entrenamiento

Así entre charletas y apretones pasamos el rato esperando el momento de poder alejarnos más de 30 metros de la horizontal.

Ahora por la noches repaso el manual de escalada intentando recordar como montar una ecualización correcta con un clavo oxidado y un fisurero pequeño. Quizás debería bloquear el triángulo o mejor cadeneta de expreses que ya somos freekis.

Xabi

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